A través de una carretera de difícil acceso y de un solo carril, surcado por fincas ganaderas y rodeado de alcornoques y olivos, en el centro geográfico de nuestro país vecino, Portugal, se llega al imponente hotel "Ecork Hotel", un hotel de cuatro estrellas parcialmente consturido con corcho, y que tiene como lema esencial y leit motiv del proyecto de su construcción y de su marca, la utilización más eficiente posible de los recursos que este tipo de establecimiento genera.
Évora, la joya medieval portuguesa
Es por ello un hotel ecológico, de los pocos que pueden atribuirse esta etiqueta en la península ibérica, que se encuentra enclavado en una finca de menos de 5 hectáreas, cercana a Évora, preciosa ciudad portuguesa de aproximadamente 20.000 habitantes, que desteca por haber conservado en muchas de sus calles, iglesias y fortificaciones intactoas desde la época medieval.
Con un rico patrimonio artístico y cultural, Évora posee un casco histórico muy bien conservado y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Solo en esta ciudad puede verse un templo romano, una capilla forrada de huesos humanos y una catedra, en un radio inferior a 1000 metros, desde la preciosa Praça do Giraldo, centro neurálgico de esta población.
Évora se encuentra encuadrada en la región del Alentejo, región que se caracteriza esencialmente por sus costumbres y tradiciones históricas relacionadas con el cultivo de la vid y otros productos relacionados con el campo, así como, por la importancia del sector ganadero, peculiarmente en la producción de quesos y los productos derivados del cerdo ibérico.
Ecork Hotel ( Hotel de corcho)
Lo que más nos gustó de este hotel, no es sólamente la quietud, la tranquilidad o la calma que emana este paisaje rural alejado de todo ruido, sino también el gusto por lo natural, las buenas y cuidadas instalaciones interiores o sus piscinas y habitaciones.
En las habitaciones de este hotel podrás disfrutar de la ausencia de ruidos en mayor medida que en cualquier otro establecimiento hostelero, ya que, más que habitaciones convencionales de hotel, las misma se pueden considerar mini bungalows de 20 metros cuadrados, que se reparten por la finca, y que se encuentran separados unas de otras a modo de pequeñas casitas individuales, entre las cuales, no es difícil encontrarse con ovejas que están tranquilamente pastando y que con el tintineo de sus pequeños cencerros te sumergen en ese estado de paz y de cura del estrés que a todos nos genera el día a día de la vida cotidiana.
Siendo estas notas lo suficientemente sugestivas para vacacionar unos días, y disfrutar de una cura de estrés y un merecido descanso, por lo que realmene destaca este establecimiento hotelero, obra del arquitecto portugués Jose Carlos Cruz, es la intención y plasmación de un proyecto único en Europa en el que se emplea el corcho como medio para contribuir a la reducción del impacto ambiental que sus instalaciones generan, a la vez que realzar la majestuosidad de su fachada principal, poniendo a la misma vez con esta sensacional vocación ecológica en valor, tanto el fomento de la sostenibilidad, la eficiencia en el uso de los recursos en las infraestructuras turísticas, como los componentes estéticos, paisajísticos, y recrativos propios de este tipo de establecimiento.
La región alentejana, por sus pecularias características geográficas, sufre a menudo contrastes enormes de temperatura. El empleo del corcho, que podemos comprobar en esta bella fotografía de su fachada, incide en la mejora energética del edificio, ya que como material completamente aislante, reduce el impacto de las altas temperaturas del interior del edificio cuando se alcanzan los 40 grados del verano, así como, aisla térmicamente cuando se producen las heladas propias del invierno.
Igualmene mediante el panelado de corcho, puede observarse que se han reducido al mínimo los espacios destinados a ventanas, cobrándo de este modo el corcho cobra una enorme importancia a lo largo de la misma a la vez que se reduce
La eficiencia geotérmica del hotel se consigue además de con el empleo del corcho como elemento aislante en la fachada, en las conducciones interiores del edificio, en las que se ha cuidado en detalle la reducción del consumo tanto energético como hídrico, un buen ejemplo es el llenado de la piscina, para el que se emplea el mínimo consumo de agua posible, debido a su tratamiento continuo, el igual que sucede en el SPA y gimnasios interiores.
En este hotel, galardonado como mejor ecoturismo de Portugal, es un hotel diferente, en el que igualmente vas a poder disfrutar de las bondades culinarias de nuestro país vecino, en el que destacan los pescado, arroces, y productos derivados del cerdo ibércico, como del excelente servicio y cuidado de sus instalaciones interiores.
Esperemos que esta breve reseña basada en nuestras propias impresiones sobre este establecimiento te ayuden a decantarte por esta opción vacacional, disfruta del ecoturismo y disfruta de la vida. Un abrazo.